Este relato es del 2017 y lo estoy editando en el 2024. Siento como si lo hubiese escrito ayer
Aparte de alguna alimaña rondando por los escombros, nada indicaba que alguna vez hubo vida allí.
El sol alumbraba desde lo alto antes del accidente y lo seguirá haciendo después. Lo sintió el conductor durante los tres días que agonizo esperando ayuda y lo sienten sus huesos secos roídos por animales oportunistas.
No fue un accidente extraño, se salió de la pista en una maniobra equivocada. Los guardianes del camino sabían que era una ruta peligrosa, pero no vinieron a buscarlo.
Nadie se asomó al barranco. Nadie preguntó por el. Nadie lo buscó.
Y así, pasado tres días cerró los ojos sabiendo que sería más útil y querido como alimento para los hambrientos animales que rondaban esperando a que, como ser vivo, se una al círculo de la vida.
Colección | Relatos Cortos |
Temática | Horror |
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