Recogiendo Frutos

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Capítulo 19 – Las dudas sobre la mesa

Las expediciones atraen cada vez más atención, por lo que tan pronto como hubo llegado el anuncio de que volvían, todos se amontonaban en la bahía de llegada para recibir a los viajeros. Aunque saben que no recibirán ninguna información ni aclaración hasta que los elegidos la hayan recibido primero, no pueden evitar pensar que las expediciones son una especie de esperanza que les permitirá obtener nuevos recursos y sobrevivir todo el tiempo posible, después de todo, una de las garantías de la misión era que como mínimo tendrían comunicación con la tierra por si querían hablar con algún ser querido.
Debido a la socialización constante entre los tripulantes, poco a poco fueron conociendo sus historias de vida. Aunque todos podrían categorizarse como científicos, pocos podrían decir que son exitosos. En común también tenían que, realmente no les esperaba nadie en la tierra. Incapaces de poder determinar el criterio de selección, tratan de ganarse el favor de Scott para encontrar un momento para preguntárselo pues de todos, es el único que posee un expediente de «éxito» aunque no saben si le espera alguien en la tierra pues sirvió para el ejército.

Tan pronto como se abrió la escotilla de la bahía de llegada, abril salió corriendo entre náuseas y arcadas, tal vez como síntomas de su embarazo y el pálido rostro de Alfredo revelaba que se encontraron con algo que tal vez, nadie quisiera haber visto. Scott por su parte, no daba señal de haberse encontrado con ninguna novedad, excepto por el ceño fruncido que pronto se dirigió a todos los presentes, obteniendo como reacción resignada, que los miembros elegidos para recibir todas las noticias primero, se pusieran en marcha al salón.

Tras confirmar la presencia de los involucrados, les fue explicando su descubrimiento.

Mientras que ya no esperaban más sorpresas, encontrar la base de investigación biológica, fue un gran impacto. La nueva red de cámaras y antenas ahora permite investigar más lejos, por lo que, tras dar una breve explicación, Scott mostró imágenes de los cadáveres. Abril rápidamente reacciono al notar la baba alíen, pero las náuseas persistían. No era asco, pero era demasiado persistente para ser un síntoma del embarazo.

—¡Espera! —exclamo conteniendo como pudo las náuseas —¿Qué es esa cosa? ¿Una baba alíen pegajosa? ¿Es peligrosa? No puede ser un ser vivo, se han enviado muchas sondas al planeta, no debería haber vida. ¡Fuimos enviados como los únicos seres vivos del planeta!

—¿Es un ser vivo? El aspecto de la baba es más similar a un gel acido reaccionando… Una reacción de oxidación… ¿La calidad de la imagen es demasiado baja, seguro es baba y no una espuma?

Miriam trataba de dar una explicación basada en sus conocimientos de química, pero eran estos mismos conocimientos los que la hacían dudar. Los aspectos de la baba le recordaban a una violenta reacción de oxidación, característica de la solución piraña sobre compuestos orgánicos, pero la baba no se encontraba sobre objetos orgánicos al momento de las fotografías y el resultado de la descomposición de los cadáveres era un sólido semis eco similar al humus.

Mientras trataban de dar una explicación coherente a lo que veían sus ojos, William notó un patrón que le preocupó.
—No quiero interrumpir sus deducciones, pero creo que no sabemos si esa cosa esta acercándose o alejándose de nosotros. Por los efectos vistos… ¿no parece que se aleja? Es decir, el cadáver menos afectado está más cerca de nosotros, y los que se ha descompuesto están más lejos

—También parece lo contrario —interrumpió Alfredo —los cadáveres más lejanos se descompusieron más pronto, pero el más cercano recién comenzó hace poco…

Scott llamo a la calma y de inmediato presento las imágenes más recientes de la última misión de expedición. En la necesidad de explicar lo que veían sus ojos, habían olvidado el hecho de haber encontrado una base de origen claramente humano. Una base que, de haber provenido de una misión como la suya, demostraría un estado de colonización tan avanzado que podrían haber invertido recursos en la investigación biológica.

—¿esta… muerta?

Miriam pregunto esto mientras veía la baba en esta imagen que era más clara que las anteriores. Su pregunta no era referida al cadáver sino al aspecto reseco de la baba que cubría los bordes de la brecha que abría al exterior la base de investigación.

Todos se fijaron con atención sobre la imagen y poco a poco fueron notando más detalles

—El cadáver del interior… Apenas lo puedo ver, pero… ¿no se parece al emblema de tu uniforme, Miriam?
Rápidamente confirmaron que esto era así, por lo que las dudas quedaron despejadas. No solo era tecnología del mismo país del que provenían, sino que también, de la misma misión.
(decidir: leer Cap 20 – Y o Cap 20 Z)

Capitulo 20 – Y (a partir de aquí, la historia puede derivar en que son alcanzados por la baba, que tratara de consumirlos y para evitarlo, hacen ofrendas de sus hijos o no son alcanzados por la baba, consiguen pasar desapercibidos hasta que la baba muere de hambre y prosperan como colonia) (opción a, final bueno, scott recuerda el aparato que el mismo dejó para exploración remota, opción b, final malo, Scott no recuerda el aparato y decide ir en persona)

Tras disolver la reunión, Scott les dijo que no hablaran con nadie sobre el tema. Disponiendo de una red más extensa de antenas, su trabajo sería de analizar todas las señales que les sea posible y pronto alcanzo a rastrear una débil señal codificada de auxilio.

Trabajando arduamente para depurar la señal, fue capaz de rastrear su origen; un gran cráter a cierta distancia del lugar donde encontraron la base en ruinas, tal y como dictaban los protocolos, por lo que asumió que en una futura expedición podrían tratar de ir a buscar ayuda. Aun asi, el solo hecho de que haya una base con un cadáver y una señal de auxilio, le decía que era peligroso acercarse, entonces recordó el pequeño robot explorador que dejaron en el lugar.

Activandolo de forma remota, noto cierta latencia por los sistemas de correcciones de errores en las comunicaciones, por lo que manejarlo, resulto tortuoso.

Con dificultad avanzo hasta llegar a la base y entró por la brecha abierta. Al contacto con la baba seca, esta se desmoronó y cayo al suelo en trozos que pronto se volvieron polvo. La oscuridad del lugar eran fácilmente compensables con las cámaras de visión nocturna del robot, pero la calidad de la imagen era bastante mala por la interferencia.

A pesar de que la base estaba presurizada para permitir comodidad a la persona que iba a trabajar allí, era evidente que fue armada con prisa y la falta de muestras excepto por un contenedor roto por una brecha similar a la que permite la entrada a la base, demostraba que existía únicamente por el propósito de estudiar aquella baba alíen.

Explorando entre mesas y objetos tirados en el suelo, fue posible encontrar notas del investigador, manchadas por las sustancias que habían caído también.

«La muestra obtenida de cadáveres parecía alguna forma de vida…»

«…Las zonas de impacto … recursos y cadáveres»

«Urgencia… El comandante los ha llamado, “los hijos de los hombres”»

Scott entrecerraba los ojos para tratar de entender los textos diluidos por las sustancias e hizo avanzar el robot, a lo que este aplasto un dispositivo de grabación que empezó a reproducir el último registro que provenía de una voz claramente femenina.

«…El comandante no parecía capaz de asumir las nuevas circunstancias. La carencia de comunicación con la tierra y encontrar aquellas naves estrelladas destruyeron los animos de todos. Y ahora me envía a estudiar esta cosa… ¡Soy botánica, no bióloga! Por todos los cielos… ah, tengo que centrarme en esto… Borrare esta parte en la edición.

La sustancia pegajosa no parece una forma de vida, pero es capaz de consumir materia orgánica. Pensamos que podría servir para tratar los desechos biológicos, pero la forma agresiva en la que consume sus alimentos da la impresión de que es cazador. Cuando lo descubrimos, parecía capaz de interactuar con las maquinas, pero también es muy sensible a la atmosfera marciana, por lo que pronto se marchita y se vuelve polvo. No parece tan peligroso como insinuaban las»

Las palabras terminaron abruptamente y fueron reemplazadas por grotescos sonidos líquidos. Scott, intentando oir mejor, movio el robot, pero este término aplastando la grabadora con su propio peso, destruyéndola y trayendo de vuelta el silencio que caracterizaba al rojo planeta.