El procedimiento para entrar en la base les resultó trivial. La disposición de los elementos estaba en el mismo sitio, por lo que pronto se cumplio el protocolo que tan familiar les resultaba. Entraron y pudieron sacarse sus trajes, respiraron aire fresco y sin obstáculos.
Scott observaba a su alrededor. Aunque la disposición era similar, habían muchos menos controles manuales, por lo que se sentía nervioso. El no tener la capacidad de asumir el mando de una maquina le inquietaba pues, sabia que algunas cosas las computadoras las procesaban de una forma cuestionable. Al menos para los criterios humanos.
William y Alfredo también terminaron de sacarse sus trajes y respiraron profundamente. El viaje resulto especialmente agotador por la distancia abarcada y les tentaba descansar. La familiaridad del lugar les hizo relajarse y casi pensaban en ir a sus habitaciones, pero no estaban en su base.
—Autorización completada —Una voz femenina se anunciaba por el sistema de altavoces. —Comandante Scott, Bienvenido. Ascendiendo privilegios administrativos.
La voz continuo numerando una lista de roles de acceso que otorgaban poderes casi totales al comandante Scott, mientras que William y Alfredo escuchaban maravillados. No estaban acostumbrados a este tipo de tecnologías y los asistentes virtuales que conocían se comportaban mas como una grabadora que aplicaba algún tipo de filtro computarizado. A modo de broma, William saludo a la voz.
—Buenos días señorita, un gusto conocerle
—Buenos días oficial William, un placer poder hablar con usted. Mucho gusto también oficial Alfredo.
Se quedaron paralizados. Aunque la voz era la misma, el tono mecánico con el que fueron recibidos pronto fue reemplazado por una dulce voz amistosa, pero formal, que les hizo dudar que sea una maquina quien les hablaba.
—Supongo que es una situación incomoda, señorita, pero, ¿es usted humana? —Pregunto William
—Soy una inteligencia artificial de tipo dos, diseñada para la asistencia del proyecto de colonización de marte. Estoy aquí para servir y proteger a los humanos. Todos los procesos están en orden. ¿Necesitan algo mas?
Scott guardo silencio. La tecnología le parecía familiar, pero su funcionamiento le resultaba extraño. No recordaba que el motor de voz sea tan humano y menos que fuera capaz de responder sin necesidad de comandos. El modulo de lenguaje natural estaba muy avanzado, tanto que dudaba que fuera destinado a una misión tan importante.
—No te preocupes —Scott respondio y comenzó a caminar por los pasillos —Estamos de inspección. Te preguntaremos si necesitamos algo.
—Por supuesto, comandante, tiene todas las autorizaciones para realizarla. Permitame acompañarles durante el proceso, cumpliré las tareas que necesiten para completar su trabajo.
—¡Señorita! —interrumpio Alfredo —No se si este autorizado a obtener esta información pero… Su voz es muy similar a la que tenia la Doctora Dhalia. ¿Conoce algo sobre ella?
Scott y William se miraron asombrados. Alfredo parecía nervioso y confundido, no sabían si intervenir en la conversación
—No es información confidencial, Dhelia es parte del equipo que me creo y también el origen de mi voz.
Alfredo guardó silencio, pero Scott los apresuro a continuar. Quería obtener información rápidamente y salir de ese lugar pues un extraño presentimiento lo comenzaba a acosar.
Deambularon por las diversas zonas de la base, sin encontrar nada significativo. Cada pasillo, cada habitación, había sido limpiada exhaustivamente. De vez en cuando era posible encontrar algunas máquinas dando vueltas por ahí, buscando alguna tarea que hacer.
—¿Te puedo llamar Dhelia? —Alfredo interrumpio el silencio de la búsqueda y la inteligencia le respondió de inmediato
—Por supuesto. Mi nombre de comandos desaparecio desde que el comandante Samuel abandonó la base. Asi que ahora no tengo un nombre. Pueden llamarme Dhelia.
—¿A que te refieres con que abandono la base? —Scott interrumpio rápidamente. Estuvo a punto de cuestionarla en base a lo que descubrió de las grabaciones que recupero de la nave, pero pensó que podría cotejar sus respuestas para saber que ocultaba.
—Mi trabajo es asegurar el éxito del proyecto. Es necesario que el comandante este presente para ello, pero descartó todos sus privilegios y abandonó sus responsabilidades. Es necesario que un comandante reasuma estos roles para poder continuar con el funcionamiento correcto de la misión.
—Entonces, ¿puedes llevarme al cuarto de mandos?
—Por supuesto, sigan por aquí.
Las luces se atenuaron y resaltaban un camino tenue pero visible que señalaba un camino. Los hizo regresar hasta la zona de habitaciones y llegaron hasta la habitación del comandante Samuel.
—¡Aquí no hay nada! —protesto Alfredo, pero Scott comprendió pronto lo que sucedía.
—Dhalia. ¿Puedes mostrarme los informes más recientes que estudio el comandante Samuel?
—¡Por supuesto!
Una pantalla holográfica se desplegó ante ellos y de inmediato sintieron envidia de forma general. Eran incapaces de entender tanto mimo a una misión que era escencialmente idéntica a la suya, pero se centraron en analizar los informes.
La primera misión de colonización de marte, como también se hacía llamar, había llegado hace algo menos de cinco años, pero una fuente desconocida de radiofrecuencia estaba causando una abrupta desconexión con la tierra. Mientras esperaban comunicaciones, paralizaron los experimentos y comenzaron a ahorrar recursos con el fin de aguantar hasta que los problemas técnicos se solucionen.
Mientras tanto, el comandante Samuel consiguió aislar una señal de auxilio proveniente de una misión similar a la suya. Fue posible establecer comunicaciones con esa base, que también se hacia llamar la primera misión de colonización de marte. El interlocutor era un miembro de bajo rango que había logrado hacerse con un equipo de transmisiones, pero aseguraba que cuando los recursos disminuyan, dejaran de ignorarlo. Afirmaba que un ser, al que apodaban Vlad los estaba persiguiendo y que la inteligencia artificial de la nave había comenzado a servirle. Le llamaron Lilith.
ideas
Exploran el lugar, encuentran todo en orden, pero hablan con la ia, quien les ofrece conversación casual.
Le piden explicación sobre la situación y esta responde sin problemas. La ia revela que lo considera de autoridad máxima dada la situación y que ha investigado para aumentar la probabilidad de mejora la supervivencia. Ha estudiado la misión 6 y ha deducido que hay misiones estrellándose en el planeta para alimentar a un ser vivo desconocido, revela que ha hecho lo posible para mantener vivo a sus tripulantes y revela una cámara de supervivencia donde solo queda una mujer, que esta siendo mantenida por un preparado nutritivo hecho a base de los otros que han perecido.
Permite que se lleven a la superviviente y advierte que no les podrá ayudar, debido a que sabe que es un riesgo para la misión.
Confiesa que la ia tipo 5 que tiene Scott es lo que les permitirá sobrevivir (sin ia real, la baba no puede infectarlos)