Asociaciones y perspectivas modernas. Sobre la electricidad y su peligro.

Escribo este articulo por simple curiosidad pues, no me había fijado de algunas cosas hasta que leí las entradas de la Wikipedia sobre la silla eléctrica y Nikola Tesla. Específicamente, sobre la famosa imagen del inventor sentado tranquilamente mientras una gran bobina emite monstruosos (e imagino ruidosos) rayos eléctricos por todas partes.

Desarrollo

Desde los inicios de la humanidad, los rayos se han sabido extremadamente peligrosos. No sabría decir si en algún momento, la humanidad no asocio o le perdió respeto a la electricidad una vez que empezaba a dominarse, por lo que traté de imaginar lo que sentiría un espectador contemporáneo a aquella imagen.

¿Tal vez admiración?¿Tal vez terror? No sabría si actuarían como las representaciones que se hacen de humanos antiguos ante la tecnología moderna. Como si fueran seres primitivos emitiendo sonidos y gruñidos de horror e incomprensión mientras se acurrucan en una esquina ante la incapacidad de escapar ante tal presencia. No. Se me hace difícil imaginar a los humanos primitivos tan asustados. Alguno si, pero creo que es mas normal observar maravillado y tal vez un poco asustado. Después de todo, hacemos lo mismo ahora ante los rayos.

No se si le pase a mas gente, pero se me hace difícil asociar tantos eventos que he leído en los contextos de las mismas fechas. pero esta vez, por pura coincidencia, leí también sobre el origen de la silla eléctrica.

Cito del libro que menciona la wikipedia en inglés Mike Winchell, The Electric War: Edison, Tesla, Westinghouse, and the Race to Light the World, Henry Holt and Company – 2019, page 10

Desde finales de la década de 1870 hasta principios de la de 1880, la difusión de la iluminación de arco, un tipo de alumbrado público exterior que requería altos voltajes en el rango de 3000 a 6000 voltios, fue seguida por una historia tras otra en los periódicos sobre cómo los altos voltajes utilizados estaban matando gente, normalmente linieros incautos; era un fenómeno nuevo y extraño que parecía matar instantáneamente a la víctima sin dejar marca. Uno de estos accidentes, ocurrido en Buffalo, Nueva York, el 7 de agosto de 1881, dio lugar a la aparición de la silla eléctrica. Esa noche, un trabajador portuario borracho llamado George Lemuel Smith, buscando la emoción de una sensación de hormigueo que había notado al agarrarse a la barandilla en una central eléctrica de iluminación de arco de Brush Electric Company, logró colarse de regreso a la planta por la noche y agarró el cepillo y la tierra de una gran dinamo eléctrica. Murió al instante. El forense que investigó el caso lo mencionó ese año en una sociedad científica local de Buffalo. Otro miembro que asistió a esa conferencia, Alfred P. Southwick, un dentista con formación técnica, pensó que se podría encontrar alguna aplicación para este curioso fenómeno.

Mike Winchell, The Electric War: Edison, Tesla, Westinghouse, and the Race to Light the World, Henry Holt and Company – 2019, page 10

La letalidad de la electricidad y la fascinación humana

Entonces comencé a asociar ideas. Recién para el año 1870, empezaron a sospechar que los altos voltajes causaban la muerte y era únicamente por la tradicional negligencia humana y es en 1881, gracias a un trabajador borracho ávido de nuevas sensaciones, que se confirma la letalidad de esta forma de energía.

La primera ejecución, la de Joseph Chapleau, ocurrió en el año 1889 y un año después, Nikola Tesla posaba a su bola cerca de una maquina de crear rayos, consiente de que lo que tenia entre manos era un arma mortal y aun así, solo dedicándose a aplicaciones mas positivas de su invento.

Pienso ahora que, un espectador contemporáneo difícilmente se comportaría como las clásicas representaciones de humanos antiguos conociendo tecnología moderna. Habrían diferentes reacciones por supuesto y entre esas habría miedo. Pero lo mas probable es que haya, fascinación, asombro y maldad.