Capítulo 6 – El sueño del idiota

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Al notar que su cuerpo no tenia ningún daño y que todo lo que le rodeaba era un infinito cielo blanco, Dorian se da cuenta de que es presa de otra ilusión.

El silencio del lugar le resulta escalofriante. El lugar parece totalmente deshabitado e intenta buscar algo que le sirva de referencia para saber si avanza, pero aunque sus pies se mueven, no tiene idea de hacia dónde lo llevan mientras piensa en si el grito que escuchó y el daño que recibió fue otra ilusión o fue real.
MIrar al horizonte le resulta inútil, puesto queel suelo y el cielo son idénticos yde no ser por la fuerza de la gravedad que lo mantiene en tierra firme, sería imposible saber las direcciones básicas.

Avanza sin prisa sabiéndose inmortal, pero la falta de estímulos en sus sentidos comienza a atormentarlo. Aplaude para escuchar algún sonido; se pellizca para sentir dolor; zapatea para sentir movimiento; pero poco más puede hacer.

Comienza a correr desesperado Sus pasos suenan huecos y tenues debido a la extensión del campo que lo rodea. No hay eco, no hay luz, no hay sombras. Hasta el sudor de su frente es por el esfuerzo más que por el calor.

Conforme comienza a agotarse, tropieza con algo en el suelo. A pesar de haberse mantenido atento a todo lo que le rodea, no lo había visto antes. Era una persona tirada, inmóvil e inconsciente.

Antes de intentar tocarla, retrocede con cuidado para no perderla de vista, primero diez pasos, luego quince y finalmente veinte disolver. Tal y como pensaba, hay niebla rodeandolo, solo que tambien es blanca. Es imposible ver más allá de veinte pasos.

Regresa al lugar donde yace el hombre, de tal vez menos de treinta años. Tiene un agujero en la cabeza, ademásle falta un trozo del pecho y una pierna, y aún así respira. Está vivo y perdido en este infierno blanco como él, por lo que que trata de despertarlo.

— ¡Oye! ¡Despierta! necesito hacerte algunas preguntas.

El hombre se incorpora con facilidad a pesar del daño en su cuerpo. Se sienta sin problemas a pesar de faltarle una pierna y se frota los ojos a pesar de que su brazo cuelga de un pedazo de carne que lo une con el resto de su cuerpo.

— !¿Una persona?! — dice sorprendido — ¡Oh, amigo! ¡Al fin una persona! Esto es fantástico, pensé que nunca encontraría a nadie en este mundo. Desde la catástrofe, no sé cuánto he pasado encerrado aquí, pero creo que esto es muy cruel. Extraño hablar con alguien…. Pero, espera, ¿eres real? tienes que serlo porque este mundo no puede crear a nadie más que a mi.

Dorian observa conmovido el entusiasmo del hombre aunque le desconcierta su apariencia y siente lástima de su soledad en este infierno blanco pero necesita respuestas y pregunta:

— ¿Este mundo no puede crear a nadie más? ¿Entonces esto también es una ilusión?

— ¿Ilusión? Amigo, te equivocas, este mundo es real. ¿Por qué crees que es una ilusión? Todo lo que puedas imaginar es real, solo tienes que esforzarte un poco, mira:

El hombre empezó a hacer gestos mientras miraba con atención su mano extendida. Parecía esforzarse mucho, pero no lograba nada, aún así, en su palma apareció un pequeño anillo negro, simple y de un material vidrioso que brillaba intensamente.

— ¿Cómo lo hiciste? — Dijo mientras tomaba el anillo de la mano del hombre.

— Te lo dije, amigo. Todo en este mundo es real, solo tienes que imaginarlo.

El anillo se convirtió en polvo pasado un tiempo y ese polvo se agregó a la niebla blanca.

— ¿Puedo intentarlo?

— ¡Claro! es más, te lo agradeceria infinitamente.

Dorian cerró los ojos tratando de recordar algo, pero se dio cuenta de que pasó tanto tiempo errante que no tenía nada claro en su cabeza. Apretó con fuerza los ojos tratando de imaginar algo para crear, algo que le sea familiar, algo que quisiera junto a él.

— ¡Woah! ¡amigo! ¡Mira lo que has hecho!

Dorian abrió los ojos y frente a él, nuevamente, estaba Roxana, se la notaba confundida y asustada.— Dorian, ¿Dónde estoy? ¿Qué me está pasando?

El cuerpo de Roxana se empezaba a desvanecer, se convertía en un polvo fino que era arrastrado a la niebla blanca y Dorian a pesar de saber que no era real, trato de alcanzarla, pero al tocarla terminó de disolverse.

— Lo siento, amigo. No pensé que fueras real, y menos que fueras a intentar crear a una persona. Por un momento creí que había logrado logré crear a alguien que me hiciera compañía. Verás, este es mi mundo, no sé si habrás visitado otros o si conoces el protocolo Aegis. Se supone que este debería ser un lugar paradisíaco y lleno de felicidad, pero antes del desastre tuve un accidente cerebro vascular, por lo que no puedo crear nuevos recuerdos y conforme pasa el dia, voy olvidando los anteriores. Como yo participé en el desarrollo de Aegis, sabía que la realidad que crea depende de la capacidad cerebral de la persona, así que solo bastaba ver este mundo para darme cuenta de que el protocolo se ha activado. Es más, mira mi cuerpo, falta poco para que acabe el día y también desapareceré hasta mañana cuando todo vuelva al estado anterior.

— ¡Puedo ayudarte a salir, a despertar!

— De nada servirá, el daño de mi cuerpo es irreversible. En todo caso, ayúdame a dormir y no pensar más. Imaginar lo que le sucederá a mi yo de mañana me destroza porque sé lo que es vivir así. Por eso, ¡despierta! ¡despierta y dejame dormir para siempre! Hazlo ahora y llévate lo que quedan de mis recuerdos.

Al escuchar estas cosas, una voz, un recuerdo retumba en su cabeza “El suyo es un gran invento. ha de romper todos los límites, pero me temo que recibirá mucha oposición”

El intenso dolor en su cuerpo le indicó que había salido de esa ilusión, aunque pronto dejó de sentir sus brazos y piernas, después la mitad de su torso hacia abajo. Mientras una voz le gritaba otra vez: “¡Deja de matar a mis hijos!”