Capítulo 9 – Redundancia

Mientras los demás lograron recolectar una copiosa cantidad de recursos, Scott consiguió algunas máquinas y registros que podrían servirle. Estaban tan ocupados que no le prestaban atención a los cadáveres que grotescamente se desperdigaban por entre los escombros de tal manera que cuando se fijaron en esto, decidieron que los apartarían a un lado y crearían una fosa común para ellos. Poco a poco lograron contar veinte personas y pensaron que toda esa actividad afectaria a sus trajes y vehículos, por lo que los dejaron a la intemperie y emprendieron el viaje de regreso.

—Siento que tengo más preguntas que antes… —William se quejaba mientras regresaban con el traqueteo de las cosas que rescataron. —Pero creo que ahora tenemos recursos suficientes para montar una segunda base. Siempre podremos volver para recuperar más cosas si es necesario.

Scott lo oía en silencio. Ese era su plan y no podía haber salido mejor que recuperando tantos recursos y perdiendo a toda la tripulación adicional. No cree que pueda terraformar Marte, pero por lo menos, podrán tener una vida tranquila. Al menos, hasta que se acaben los recursos puesto que nada puede considerarse como renovable excepto la energía solar.

Cuando ya estaban llegando a la base, un gran estruendo los asustó.

Con la energía al límite, era necesario entrar y reabastecerse, pero los sensores también detectaron una tormenta de arena acercándose, así que abandonaron de inmediato la idea de volver a salir por un buen tiempo. Afortunadamente, ahora tienen recursos para otro año.

Ya dentro, la tripulación los recibe con expectación. Scott permite que los que le acompañaron expliquen lo que vieron y los ánimos decaen. Pronto le piden a Scott más información pues, es el único que tiene contacto con la tierra y este les confiesa que no le han respondido desde hace bastante tiempo.

Todos estaban advertidos de que sería un viaje de solo ida, pero nadie les dijo que sería una misión suicida.

Mientras trataban de asimilar la situación, otro gran estruendo los volvió a asustar.