El silencio que domino la cabina de mandos parecía eterno, pero los sensores dieron la alerta de que era necesario retirar al dron del lugar si querían conservarlo; una tormenta se acercaba.

Scott dio la orden de levantar el vuelo de regreso, no sin antes tomar unas cuantas fotografías y dejar una baliza en el lugar. Esperarían a que sea seguro regresar y esta vez, enviaría un equipo de exploración para tratar de recuperar lo que sea posible.

Mientras tanto, despachó a los pilotos recordándoles el compromiso de no divulgar lo que acababan de ver. No confiaba en que lo cumplan, pero ese era el menor de sus problemas cuando de la cabina de mandos, una notificación le llamo la atención.

—«Gracias por notificar el estado de la misión. Se han enviado los recursos solicitados y llegaran en aproximadamente un año. A partir de ahora, se enviarán regularmente por lo que se les pide que la zona de aterrizaje este despejada y en buen estado»

Rápidamente intentó enviar un mensaje comunicando que una nave similar a la suya se ha estrellado en el punto de aterrizaje original y que necesitaba información para saber lo que estaba sucediendo. Esperaba ansioso las respuestas, aunque sabía que las comunicaciones podían tardar hasta nueve minutos. Y no tuvo respuestas.